Las costumbres de la Antigua Roma son las rutinas diarias de los habitantes, las ciudades, los oficios, la economÃa, sus necesidades y sus beneficios.
En primer lugar, estaba el ientaculum que era el almuerzo o lo que el niño llevaba para comer en la escuela. En todo caso, era una comida ligera.
La segunda era el prandium que coincidirÃa con un
tentempié actual. Se tomaba a la hora VII (mediodÃa solar) y ni se
precisaba sentarse ni lavarse las manos.
La tercera comida era la cena, pero que más bien
corresponde a la comida en el sentido actual, no solo por la hora (VIII
en el invierno, las 12.44 hora solar; IX en el verano, las 14.31 hora
solar), sino por su abundancia. En la cena se distinguÃan tres partes:
- gustus o gustatio que consistÃa en tomar unos entremeses: huevos, aceitunas, lechuga, achicoria, ajos, ostras, setas o pescado en salmuera. BebÃan mulsum (vino con miel).
- cena propiamente dicha: carne y pescado de varios tipos, según la economÃa. BebÃan vino.
- secundae mensae (postres): queso, bollos, fruta, frutos secos.
En algunos casos, después venÃa la comissatio (sobremesa en la que se bebÃa copiosamente) en la que los autores leen, cuentan cuentos, etc.
Se podÃa alargar mucho.
La cena, por tanto, duraba horas ya que, no siendo en los balnearios o en el barbero, no tenÃan otro lugar para juntarse y matar el tiempo.
TenÃan una postura para comer extraña hoy en dÃa: tumbados sobre el lado izquierdo.
El comedor se llamaba triclinium, porque eran tres lechos con el cabezal frente a una mesita cuadrada.
El lecho que no tenÃa a otro enfrente era el principal; le seguÃa en importancia el que estaba a su izquierda .
Pero con el tiempo la mesita se hizo redonda y los tres lechos se
hicieron un único lecho en forma de media luna. Esa mesita se llamaba repositorium. Las mujeres comÃan con sus maridos, no como en Grecia. Y los esclavos sólo se ponÃan a la mesa con los amos en algunos dÃas de fiesta, por ejemplo, durante las saturnalia.
En el repositorium se posaba la comida que ya venÃa cortada de la cocina.
E inicialmente se cogÃa con los dedos.
La buena educación de cada uno
se veÃa en coger la comida con las puntas de los dedos sin mancharse la
mano ni la cara.
Los restos se tiraban al suelo. Al terminar la comida,
los comensales podÃan llevar algo de la comida sobrante para la casa.
Los esclavos suplen las incomodidades de no tener aún un cubierto
para pinchar con un constante servicio de agua y toalla para lavar las
manos reiteradamente. Cuando uno iba invitado a la casa de otro, llevaba
su propio esclavo para estos servicios.
Lo que si tenÃan los comensales era cuchillo , palillos y cucharas de varios tipos, desde el cucharón , la cuchara de un centilitro de capacidad y la cucharita afilada con la que abrÃan huevos y mariscos de concha.
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