dijous, 22 de març del 2012

CARACTERÍSTICAS GENERALES

  • Pintura mural de ábsides, naves, bóvedas, columnas.
  • Pintura aplicada a la escultura monumental para realzar su expresividad
  • Pintura sobre tabla (por ejemplo en frontales de altares)
  • Uluminación de códices (miniatura)
  • La pintura romana tuvo como precedentes los frescos de las cámaras funerarias etruscas y la pintura griega, alcanzando un gran desarrollo.
  • Sin embargo, los restos conservados son mínimos y casi se reducen a los encontrados en las excavaciones de Pompeya y Herculano, donde los historiadores han establecido cuatro estilos:    
- Primer estilo o de incrustación (siglos II a.C. y I a.C.): El más antiguo, imita revestimientos de mármol
- Segundo estilo, arquitectónico o de perspectiva (del siglo I a.C. al I d.C.): Los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.
- Tercer estilo, ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior): Se caracteriza por poner los elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. Las arquitecturas que aparecen son fantásticas, introduciéndose guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.
- Cuarto estilo o de iluminismo arquitectónico (siglo I d.C.): En él se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, introduciéndose formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios.



 Y como éste, que servía de modelo a los artistas no se presta con facilidad a la expresión de los rostros ni a la soltura en el plegado de los paños ni a la bella perspectiva como un buen pincel cuando imita la Naturaleza, de aquí el adolecer las pinturas italo-bizantinas de los defectos antes observados en los mosaicos de Oriente. Se hicieron con el mencionado estilo diferentes mosaicos, pinturas, murales y cuadros con fondos de oro y pasan como típicos ejemplares entre los que hoy existen, entre otros muchos, los siguientes:

  • Los mosaicos de la basílica de Santa Inés (extramuros de Roma) del siglo VII
  • Algunos frescos de las criptas de San Cornelio y Santa Cecilia en las catacumbas de San Calixto, de los siglos VI y VII
  • Los de la basílica subterránea de San Clemente, del siglo IX
  • Los de San Lorenzo extramuros, del XI

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